jueves, 27 de mayo de 2010

TEORÍA Y ACTIVIDADES PARA 3º E.S.

Cuentos realistas y no tanto…

Ya desde el principio se plantea la arbitrariedad de la propuesta: ¿qué cosa es real y qué cosa no lo es? Como explica Anderson Imbert en su Teoría y técnica del cuento, una cosa es la realidad que advertimos a través de nuestros órganos sensoriales y otra, muy distinta, aquella a la que accedemos gracias a la imaginación de un narrador. El narrador filtra esa realidad digamos «real» que observa y de la que nutre su texto a través de las palabras para devolvernos una versión cargada de subjetividad o en todo caso matizada por su observación, pero sobre todo por las palabras que usa (y por cómo las usa). Quiere decir entonces que el escritor, desde el momento en que se apodera de la realidad cotidiana para componer su historia está adulterándola con su participación. A esto, como es de conocimiento de muchos, Mario Vargas Llosa le llama «el elemento añadido».

Pero por lo pronto, y al margen de estas disquisiciones, lo que nos interesa es saber a qué llamamos cuentos realistas y cuentos no realistas, puesto que obviamente la pregunta inicial nos llevaría a planteamientos filosóficos sobre la cualidad primera de lo real y no queremos meternos en tamañas honduras. Digamos que la diferencia entre uno y otro está en el carácter natural o sobrenatural de la historia. Un cuento de gnomos y elfos puede resultar estupendo como alegoría de las relaciones humanas, por ejemplo, pero mal haríamos en interpretarlo al pie de la letra. En cambio un cuento como Continuidad de los parques encaja bastante bien en las coordenadas de lo real, aún cuando la historia nos resulte algo rara, casi al borde mismo de lo fantástico.

Y es que a veces la frontera entre lo que consideramos literatura realista y aquello que consideramos no lo es puede parecer bastante difusa y a menudo esa sutilidad fronteriza ha ocasionado verdaderas pugnas entre los estudiosos de la literatura.

El elemento añadido

Vargas Llosa ha planteado una ambiciosa teoría literaria para explicar el proceso del creador, lo que él considera «el elemento añadido»:


«Al traducirse en palabras, los hechos sufren una modificación. El hecho real -la sangrienta batalla en la que tomé parte, el perfil gótico de la muchacha que amé- es uno, en tanto que los signos que podrían describirlos son innumerables. Al elegir unos y descartar otros, el novelista privilegia una y asesina otras mil posibilidades o versiones de aquello que describe...»

La verdad de las mentiras, Seix Barral, 1990


 


 

La Propuesta:

Pero como muchos de ustedes conocen ya esa diferencia (que he explicado "exhaustivamente" en clase) - a veces no tan obvia...- entre cuentos realistas y cuentos no realistas, no sería mala idea proponernos establecer dicho contraste en un texto que se quede un poco en la frontera entre lo real y lo que no lo es, no decididamente ni lo uno ni lo otro. Además lo escribiremos a partir de las siguientes palabras: "combate", "sueldo", "estatua", "estallar", "seda", "clásico" , "fantasmal", "estruendoso" y "mar". Estas palabras tendrán que ser usadas rigurosamente en el orden en que se han dado, respetando además género y número, y procurando que entre una y otra haya por lo menos un par de líneas de distancia. Así por ejemplo, puedo empezar diciendo: "Recuerdo que mi abuelo solía referirme la historia de un combate..." y continuaremos contando esa improvisada historia hasta la siguiente palabra, que es sueldo.

Importante: Los textos no deben exceder dos páginas, ni tener una extensión menor a una.

Entrega al final de la clase.


 


 


 

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