lunes, 26 de abril de 2010

Teoría acerca del héroe para 2º E.S. (recién de nuevo en la Red!!!!!)

LA FIGURA DEL HÉROE


 


 


 

El Diccionario de la Real Academia Española designa al héroe de la siguiente manera:

    

    "Entre los antiguos paganos, el que creían nacido de un dios o una diosa y de una persona humana, por lo cual lo consideraban más que un hombre y menos que un dios, como Heracles, Aquiles, Eneas, etc.//2. Varón ilustre y famoso por sus hazañas y virtudes.// 3. El que lleva a cabo una acción heroica.// 4. Personaje principal de todo poema que representa una acción y del épico especialmente.// 5. Cualquiera de los personajes de carácter elevado en la epopeya"


 

    Al margen de la superioridad en tal o cual empresa, lo que el mundo antiguo – y el moderno – más ha valorado en los héroes es el móvil ético de su acción, fundado éste en un principio de solidaridad y justicia social, y es por esa circunstancia que los han tomado como modelo y han tratado, en consecuencia, de imitar sus acciones.

    

    Estos seres singulares, obnubilados por su propósito de querer cambiar al mundo, muchas veces no alcanzan a medir las consecuencias – en ocasiones trágicas – de sus empresas. Es en ese contexto como hay que entender el proceder de Aquiles en el mundo antiguo, del Quijote en los albores de los tiempos modernos o de tantas figuras revolucionarias del imaginario mítico – político de nuestros días.


 

    Los héroes tienen en común el hecho de ser transgresores, de encaminar sus acciones a traspasar el umbral de lo prohibido, al ir más allá de los límites impuestos por la sociedad. Participan también de la circunstancia de estar regidos por la ilusión (por lo general de naturaleza utópica) de querer ordenar un mundo desarmónico y de lanzarse para ello – en todos los casos de manera absolutamente convencida – a una aventura que en el fondo constituye un viaje hacia lo desconocido.


 

    La pervivencia de la figura heroica a través de los siglos y de las diferentes culturas pone de manifiesto la necesidad del hombre – de todas las épocas y latitudes – de crear ídolos a los que, tras su muerte, erigirles altares donde rendirles culto.


 

El mito del héroe en la Antigüedad Clásica.


 


 

    En un primer momento los héroes fueron tenidos por hijos de una divinidad y de un ser mortal , y debido a esa singular genealogía, los antiguos veían en ello una suerte de naturaleza mixta (semidioses).

    Si bien eran superiores al común de los mortales, al igual que éstos, estaban privados de la inmortalidad a causa precisamente de la porción humana de su naturaleza y en ese aspecto eran diferentes a los dioses, que eran inmortales.

    Enfrentarse con la muerte o, en otro lenguaje, la búsqueda de la inmortalidad, representa la gran hazaña del héroe – el aspecto divino que posee lo impulsa a llevar a cabo esa búsqueda - , pero, en tanto que en su naturaleza existe una "porción" mortal, su esfuerzo por alcanzarla es en vano.

    Si bien, en todos los héroes míticos griegos se ven muestras de valor – la tan nombrada areté "excelencia" guerrera – Heracles es héroe por antonomasia ya que es el único de los semidioses que, luego de numerosos "trabajos" y una muerte singular, tiene acceso al Olimpo (consigue la inmortalidad).

    Los héroes que no son semidioses, sino aquellos que han sobresalido a causa de sus virtudes guerreras, lograron trascender el aspecto humano a causa de sus virtudes guerreras, tras su muerte no van al Averno como el común de los mortales, sino que acceden a los Campos Elíseos. En ese orden, alcanzar la categoría heroica implica una suerte de iniciación en la que el combate ocupa un sitio de privilegio.

    Estos personajes, en parte históricos, en parte ficticios, son en su mayoría los seres que, según evoca la mitología, descollaron por sus virtudes en la contienda greco – troyana, a modo de ejemplo, guerreros como Aquiles, Héctor, Patroclo o Ulises.

    Como habíamos dicho, la grandeza de estos héroes radica en que al combatir arriesgaron su vida y, por ese hecho, el combate se convierte en la prueba esencial de su existencia. En ese aspecto Aquiles se presenta como el héroe prototípico, ya que al planteársele el dilema entre la elección de una vida honrosa, pero corta, y una larga, pero sin renombre, el héroe elige voluntariamente la primera opción.

No hay comentarios:

Publicar un comentario